Y así que ese día fue tal y como lo había imaginado, bueno no... a decir verdad fue un poco mejor, porque no siempre se encuentra la idea que lleva rondando en tu cabeza desde hace algún tiempo y yo tuve la suerte de poder hacer realidad la idea a las primeras de cambio.
La decisión estaba tomada, tuve claro que estaba ante el vestido de mi boda, ¡¡¡ante mi vestido!!!, no podía ser otro, ese estaba diseñado para mí, era justo el que yo quería, vamos que "estaba cantao".Ahora me toca esperar dos meses hasta la primera prueba, dos meses que van a ser eteeeeernos, porque no os imaginais las ganas que tengo de verme otra vez con él, aunque no puedo negar que le ganan las ganas de poderlo lucir el gran día, de que lo podais ver, y como no... de ver la cara de Marcos cuando me vea.
Me encantaría avanzaros algo, aunque fuese un detalle insignificante pero ya sabeis, ese debe ser el mejor secreto guardado de una novia ... y madre mia, ¡¡¡lo que queda para el 7 DE SEPTIEMBRE!!!
Montse
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