lunes, 12 de agosto de 2013

Testigo de ... ( por Tomás González)

Mi querido amigo Marcos.

La verdad es que la apariencia y la realidad en tu caso no valen mucho, vamos que no tienen nada que ver.


Cuando te conocí en el mes de septiembre de 1989, eras un niño un poco raro, no hablabas, ni siquiera lo que te preguntaban, había que sacarte las palabras insistiendo mucho, pero aquello fue cambiando a pasos agigantados hasta tal punto que con el tiempo me has demostrado que te has empeñado en gastar toda la saliva que no gastaste de pequeño.

Hoy puedo decir con toda convicción que eres un tio especial, el cual posee su propio diccionario, que dice muchas cosas sin sentido, que tiene unas risas escandalosas y unos estornudos que asustan al mas pintao. Por eso y por muchas cosas más, el día que me dijiste que fuese tu testigo, no lo dudé ni un momento.

Sé que eres de ese tipo de amigos en los que se puede confiar y que siempre estarás cuando se te necesite, en los buenos y en los malos momentos. Por todo ello debes saber que para mi eres ese gran amigo especial que cualquier persona necesita en su vida.

¡¡ VIVA LOS NOVIOS !!

TOMÁS

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