martes, 9 de julio de 2013

La Pedida

Los acontecimientos nos superan, el tiempo pasa muy rápido y son muchos los preparativos que tenemos pendientes para que todo salga como lo hemos soñado. Es por ello, que el ritmo de noticias en nuestro particular blog va con un poco de retraso.
El pasado 21 junio, en el preámbulo de San Juan, celebramos la tradicional pedida. Tuvo lugar, como manda la tradición, en casa de los padres de la novia y en un ambiente muy entrañable. Degustamos las delicias que Angelita nos había preparado para la ocasión, regadas con los mejores vinos que Teodoro guardaba para descorchar en momentos especiales, y como es de suponer este era uno de los más especiales.
Rodeados de nuestros familiares más cercanos, Teodora, la abuela de Montse, nuestros padres y hermanos, la velada transcurrió en un clima de alegría, ilusión y con momentos de cierta emoción, sobre todo cuando llegó el momento de los regalos. La familia de Montse me regaló unos gemelos, los gemelos que luciré en el día de la boda y por otro lado, mis padres hicieron entrega a mi futura esposa de una sencilla y bonita gargantilla. Como podéis suponer la cosa no quedó ahí, después vinieron los regalos entre nosotros. Montse me hizo entrega de un reloj muy elegante, por no decir muy chulísimo (que en el blog tengo que hablar bien…) y que también llevaré el día de la boda, yo a ella le regalé el tradicional anillo de pedida, he de decir, modestia aparte, pero tengo la completa seguridad de que le encantó.

Después se continuo con los brindis y los típicos comentarios: “lo importante es que se lleven bien” “que buena es la mi Montsita”o “que buen muchacho es Marquitos”, también hubo alguna recomendación por parte de Teodora: “si uno viene con ganas de discutir el otro que mi re para el otra lado”. Vamos que llegó un momento que me encontraba tan a gusto que me arrancar a cantar uno de mis temas favoritos “ los que han nacido en enero …” pero parece que a los demás no les gustó demasiado porque no conseguí que me siguieran.
En definitiva fue otro paso entrañable en nuestro camino al altar.
 
                                                                                                                                          MARCOS

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